Hoy he leído un artículo de Mª Jesús Blasco Mayor sobre la Enseñanza de Lenguas Asistida por Ordenador (ELAO) y el desarrollo de la comprensión oral. En él explica la posibilidad tan grande que ofrecen las nuevas tecnologías para desarrollar la comprensión oral, una habilidad clave en la adquisición de una lengua que ha sido desatendida durante décadas.
Mª Jesús propone ideas, herramientas y estrategias para desarrollar esta destreza a través de la ELAO. La lectura me ha hecho reflexionar sobre lo poco que, tanto alumnos como profesores, nos estamos beneficiando de la enorme cantidad de herramientas tecnológicas que hay a nuestro alcance. Parecemos mostrarnos reticentes al cambio, a abandonar las viejas costumbres. Vivimos en la era digital y de sobra sabemos lo presentes que están las TIC en nuestro día a día. Hablamos y hablamos de la importancia de aplicar las nuevas tecnologías a la educación, sin embargo, en muchos institutos el uso de éstas se limita a llevar a los alumnos a la sala de ordenadores y a usar PowerPoint tanto en las explicaciones de profesores como en los trabajos de los estudiantes. Pero a los profesores, ¿quién nos corrige lo que estamos haciendo mal? ¿Quién nos enseña a enseñar?
CAP y Máster de Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato

Pensemos en el período de prácticas de este curso –ahora Máster-. Si bien se ha ampliado con respecto al CAP, sigue siendo insuficiente. Para acceder a la profesión de profesor, se debería pasar un período exhaustivo de prácticas, seriamente tutelado, en el que obtuviéramos feedback tanto de la observación de la práctica de otros profesores como de las correcciones que éstos hicieran de la nuestra.
No estaría de más también dedicar menos tiempo al estudio de corrientes metodológicas, legislación, teoría pedagógica… y dar más importancia a los aspectos funcionales de la docencia, como son los supuestos prácticos, control de aula, resolución de conflictos, problemas de disciplina, necesidades especiales, etc, pero siempre abordándolos desde el “qué hacer” en lugar del “en qué consiste”.
Sin embargo, a día de hoy, esto no ocurre y acabamos siendo autodidactas. Los primeros años como profesor, sin prácticamente experiencia en docencia y sin haber recibido las nociones prácticas necesarias, ¿qué hacemos? Quizás lo que hasta ahora ha sido normal: actuar a imagen y semejanza de la idea que tenemos de profesor, el profesor del siglo XX. Y es esto lo que se debe cambiar. Debemos progresar, observar y obtener feedback de docentes innovadores que nos enseñen a mejorar todo lo que se está haciendo mal.
CAP o Máster, es indiferente, la realidad es que la formación práctica del profesorado es actualmente muy insuficiente y, junto al sistema educativo en general y su falta de adaptación a las nuevas necesidades del siglo XXI resultan en una educación con un elevadísimo índice de fracaso escolar.
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